En la montaña Niushou, despidió la noche, esperando a que el mundo se levantara de su sueño. Con la llegada del amanecer, los colores vibrantes gradualmente tomaron el lugar de la pálida oscuridad de la noche, como un hechizo que se repite interminablemente. En la perfecta quietud, casi podía escuchar el sonido de cada capullo de loto en el estanque que florecía, uno tras otro… En ese preciso momento, exclamó maravillado: “Es como ver el misterio de la vida”. ¿Qué es la vida? Son las venas de una hoja de loto. Es el ir y venir de una libélula. Es una tenue fragancia que se disipa en el aire. Son las ondas que desaparecen en el agua… En el estanque de loto al amanecer, la vida… reside en cada pequeña maravilla y misterio de la naturaleza.