La película está dedicada al emperador ruso Pedro el Grande, quien vivió a finales del siglo XVII y XVIII y occidentalizó brutalmente el país. Aspiraba a construir un gran imperio y consideraba que este objetivo valía cualquier precio. Han pasado siglos desde su reinado, pero los últimos eventos nos muestran que su sangriento sueño todavía contamina las mentes de las personas en Rusia. La extraña herencia del pasado lejano nos persigue como un espantoso horror bajo su disfraz mitologizado familiar. Y las gloriosas imágenes de figuras históricas animan a los cosplayers modernos a traer este horror a nuestro presente.