Cuando Gali va a hacerse su primera ecografía mamaria, se siente incómoda. Literalmente se desprende del pecho con la esperanza de escapar del examen. Para su sorpresa, ella y sus pechos son tragados por un mundo de fantasía. En este mundo, ella está tratando de escapar de sus senos y del examen, pero descubre que no puede irse hasta que recupere su integridad.